Si no fuera que el Presidente Macri durante la campaña previa a su elección fue enfático en el sentido de que no permitiría el clientelismo político pensaríamos
que el PRO cree que la ayuda social le permitirá recuperar su performance electoral.
El domingo 12, el periodista Jaime Rosemberg, escribió una nutritiva nota titulada "El Gobierno amplía las ayudas sociales en el conurbano" publicada en el Diario La Nación (pueden leerla aquí).
La nota es interesante porque dice con todas las letras que el Gobierno aumentará la ayuda social en el conurbano, especialmente en la poderosa Tercera Sección Electoral bonaerense, con el objetivo de recuperar el terreno que las encuestas dicen que ha perdido en los últimos meses, con la cabeza en las elecciones legislativas de octubre.
Si no supiéramos de la aversión manifiesta de Macri y Vidal por el clientelismo, diríamos que se trata de una estrategia clientelar destinada al uso de la ayuda social estatal para la recuperación electoral.
Si en vez de Macri o Vidal fueran dirigentes peronistas la nota de La Nación alertaría sobre el clientelismo al que tan afecto son los peronistas. Pero como se trata de los dirigentes del PRO, La Nación hace en esta ocasión caso omiso de esta denuncia.
Rosemberg afirma que la mesa chica del PRO tiene "una preocupación compartida: el deterioro de la situación económica (y política) en el conurbano bonaerense, que amenaza con complicar la performance de los candidatos de Cambiemos en el principal distrito del país". En otras palabras, no les preocupa que la situación económica haya deteriorado la calidad de vida de los ciudadanos, sino que ese deterioro "amenaza con complicar la performance de los candidatos de Cambiemos". A confesión de parte, relevo de pruebas, se diría en un juicio.
Pero siempre se puede ser más claro, y Rosemberg lo es: "la baja en las encuestas de la imagen del Presidente en esos distritos (había repuntado en noviembre y diciembre y volvió a caer como coletazo de los escándalos del Correo y las jubilaciones a los niveles en los que comenzó la gestión) fue el motor que aceleró la acción".
Tengo que aclarar que en todo el artículo no se utiliza el vocablo clientelismo, ni se alerta sobre la incompatibilidad ética que la utilización de ayuda social para mejorar la performance electoral implica. No creo tampoco que la diputada Lilita Carrió lo denuncie en próximos días, ni que Margarita Stolbizer haga algo al respecto (aunque ahora que es massista tal vez mire un par de encuestas y si es conveniente electoralmente lo haga).
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