El siguiente es el comentario que abre mi libro "Votos, Chapas y Fideos: clientelismo político y ayuda social" (De la Campana, 2001) que tuve el honor de que me escribiera uno de los politólogos más importantes de América: Guillermo O'Donnell.
"Comienzo por una
pequeña historia. Hace unos meses recibí un correo electrónico en el que un
desconocido –el autor de este libro- me adjuntaba su tesis. A pesar del
malhumor que suele provocarme recibir mensajes no solicitados, sobre todo
cuando son acompañados por voluminosos adjuntos, decidí darle una rápida mirada
a ese texto. Pronto capturó mi vivo interés. Terminé la lectura persuadido de
que se trata de un texto tan importante como meritorio. Me di el gusto de hacer
saber la opinión al autor y de agregar que me parecía que es un texto que
claramente merece publicación. Me alegra, entonces, que Torres haya pulido esa
tesis y producido el libro que aquí comento.
Las razones de mi entusiasmo son
varias. Una, simplemente, que se trata de una excelente investigación, hecha
con gran cuidado metodológico, muy bien planteada y conciente de los límites de
las inferencias que autoriza el material recopilado y analizado. Otra razón es
que este libro ilumina un tema tan importante como poco y generalmente mal
estudiado, el clientelismo. Para ello Torres comienza con una lúcida discusión
de la literatura sobre el tema, nacional e internacional, que lo muestra en
pleno comando de la misma. Una tercera razón, aún más significativa que la
anterior, es el notable sentido del balance y proporción que el autor muestra
en sus análisis y conclusiones. A Torres, evidentemente, le importan mucho el
tema, la pequeña ciudad pampeana y la gente involucrada en el mismo. Gracias a
esto y a su talento nos permite entender las motivaciones y las acciones de
esos actores en dicha ciudad. Torres no los juzga; los entiende, nos ayuda a
entenderlos y en buena medida los explica. Pero, y esta es una cuarta razón, el
autor sabe salir del nivel micro de sus datos para sacar conclusiones
severamente críticas, y muy bien argumentadas, acercas de las negativas consecuencias
del clientelismo sobre la plena vigencia de la ciudadanía. Una quinta y final
razón es que este libro está muy bien estructurado y escrito –el análisis y los
relatos fluyen claramente y lo mantienen a uno permanentemente interesado.
Claro está, este es un estudio de
caso. Como tal, como todo caso, tiene particularidades muy específicas que el
autor, dicho sea de paso, se encarga escrupulosamente de señalar. Otro tipo de
ciudad (o medio rural), o de partido gobernante, o de intendente probablemente
generarían especificidades diferentes a las que leemos en este libro. Pero, por
otro lado, y este es el gran mérito de un excelente estudio de caso, el
presente revela prácticas modales (mecanismos típicos) y consecuencias
agregadas que no sólo son verosímiles en general sino que también, y sobre
todo, abren fructífero paso a comparaciones con, y a investigaciones sobre,
otros contextos sociales. De esta manera –y esta es la síntesis de la alegría
que menciono arriba- Torres no sólo nos cuenta una historia que valía la pena
contar; también hace una importante contribución al tema general del
clientelismo y sus muy complicadas relaciones con la ciudadanía y la
democracia.
Finalmente,
no resisto mencionar mi admiración por el autor –a quien aún no he tenido el
gusto de conocer personalmente. Este valioso libro es resultado de una vocación
admirable. Con poquísimos recursos (salvo los personales, que yo sepa) para
llevar a cabo esta investigación y –menuda tarea- escribir la tesis y luego
este libro, con evidente vocación de autodidacto que ha ido mucho más allá de
sus estudios formales, con evidente amor por “su” gente y, por cierto, con
saludable rabia por no pocas cosas, Torres ha producido un libro que reúne tres
grandes méritos: uno, cumple los requisitos de excelente producción en las
ciencias sociales; dos, en contraste con algunos textos que reúnen la anterior
condición, no se ocupa de llenar por llenar un vacío en la literatura, sino de
desentrañar un importante y difundido problema; y, tres, la buena teoría que
produce no desaloja los seres humanos que viven en los pequeños y grandes
dramas que este libro despliega.
Recomiendo con entusiasmo la lectura
de este libro. Asimismo, lo recomiendo como un texto que será de utilidad
ejemplar para diversos cursos de metodología cualitativa, por el trabajo de
campo efectuado, por la clara auto-conciencia metodológica del autor y por la
forma en que extrae muy interesantes y verosímiles conclusiones de su material
empírico".
Guillermo O'Donnell
Universidad de Notre Dame
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